Violencia Sexual y Adolescencia
Recientemente se ha publicado en el periódico Las Provincias un reportaje sobre violencia sexual y adolescencia en el que he participado.
La información que yo obtengo respecto al tema es por un lado a través de mi ejercicio profesional especializado en derecho penal y en derecho de menores, por otro lado, como miembro de la sección de infancia del colegio de la abogacía de Valencia, y también como asesor jurídico del equipo de Medidas Judiciales de media abierto de Menores del ayuntamiento de Valencia.
Eso me permite tener diversas perspectivas para valorar un tema tan complejo como este.
Efectivamente, constatamos que se ha producido un incremento en las denuncias por este tipo de delitos.
Por un lado, probablemente haya un incremento en la comisión de los mismos, pero también actualmente se denuncia mucho más, existiendo previamente un número oscuro muy alto, es decir, delitos que se producían, pero no eran denunciados y por tanto, ni se investigaban ni se condenaban.
En el incremento de la comisión de estos delitos, considero que influyen muchos factores:
Uno de ellos es la ausencia de una educación sexual en la infancia y la adolescencia, acorde con las necesidades actuales.
Y los padres y los centros educativos abordan, en mi opinión, con suficiente empeño, un tema tan importante.
A ello hay que unir el acceso indiscriminado incontrolado a información desde muy pequeños, a través del móvil, Internet, y cualquier tipo de plataformas.
Esto incluye un contacto directo con la pornografía en edades en las que es muy difícil Asimilar, interpretar, y entender este contenido. Y gran parte de ese contenido pornográfico tiene unas connotaciones de agresividad y de sometimiento, especialmente hacia la mujer que cala sin filtro en los adolescentes.
Por otro lado, considero que también influye el uso exacerbado de la redes sociales, que convierte en fundamental el asumir un protagonismo y llamarla atención de los otros, incluso con conductas claramente disruptivas.
Y ello hace que se cometan determinados hechos con la intención de subirlo a la red y generar expectación.
No hay una reflexión respecto al comportamiento, a la relación entre iguales, se tiende a la inmediatez.
Y eso es una característica de la adolescencia que ha existido siempre, no es de ahora, pero es cierto que actualmente se agrava por la disposición de medios que facilitan estas situaciones.
La educación sexual, la concienciación social, a través de campañas y de programas, específicamente dirigidos a los adolescentes, que capten su atención y les motiven, considero que es el reto que tenemos por delante.
Y estas campañas, considero que deben ir dirigidas, no solo a los posibles autores de delitos sexuales, sino también a las eventuales víctimas de los mismos, para darles las herramientas que les permitan evitar situaciones de riesgo.
Creo que con ello se podrían evitar muchas situaciones de peligro tanto para los autores, como para las víctimas.